La alimentación y la nutrición en general siempre está rodeada de muchos mitos. Que varias veces decidimos creer o no creer dependiendo si nos conviene o no. Porque seamos sinceros, siempre creemos que lo estamos haciendo bien y ojalá tratar de dejar ese “sentimiento de culpa” que nos rodea algunas veces cuando comemos algo de más o que para nosotros tiene “muchas calorías”, lo más alejado posible.
Y a propósito de todos los mitos en torno a la alimentación, últimamente ha aparecido en muchos lados el concepto de “Superalimentos”, una especie de boom que a todos y todas nos ha hecho preguntarnos algunas cosas.
¿Existen realmente? ¿O simplemente es otro mito más?
Por definición, los superalimentos son aquellos que tienen una alta concentración de grasas saludables, antioxidantes o vitaminas. De esta manera, tenemos varios muy conocidos como lo podrían ser las legumbres clásicas: porotos o lentejas. Sin embargo, en este caso en particular la quínoa ha ido ganando fama en el boca a boca cuando se trata de este concepto.
Obviamente cuando leemos todas sus propiedades alimenticias como lo son sus antioxidantes, la gran cantidad de minerales, vitaminas o grasas saludables, nos brillan los ojos. Pero ojo, acá es donde hay que tener cuidado, no todo lo que brilla es oro. Y aquí les explicamos por qué.
Efectivamente muchos nutricionistas y académicos han recomendado el consumo de estos nuevos alimentos de moda como la palta, brócoli, aceita extra virgen, nueces, naranjas, hojas vedes, etc. Pero lo que más han dicho es que estos alimentos no son “mágicos”. Y bien lo sabemos todas las personas que nos preocupamos por nuestro cuerpo. Lamentablemente aquí no existe la magia.
Pero… ¿saben que es lo que existe? La constancia, la motivación, la disciplina y las ganas por lograr grandes cambios en nosotros. Y eso es lo mas importante. Saber y lograr equilibrarnos a la hora de la alimentación, ya que ninguna es efectiva de manera inmediata, es un proceso y un trabajo que requiere de un compromiso mayor.
Y por eso en Protecal nos gusta acompañar desde el inicio hasta el fin. Porque efectivamente hay muchos alimentos que nos van a ayudar a acelerar nuestros procesos, pero hay otro 50% que requiere de nuestra voluntad.
Así que la conclusión es que en temas de alimentación no existen los cambios de la noche a la mañana. Ni ningún alimento que nos cambie la vida de un segundo para otro. Más que mito, los superalimentos serán catalizadores y nos entregaran mucho dado su gran aporte nutricional. Pero si no sabemos como manejarlo, de nada servirá consumir este tipo de comida.
¿Y tú? ¿Has probado los superalimentos?
¡Cuéntanos tu experiencia en los comentarios!